Sinopsis En el centro histórico de una ciudad, sometido a las presiones de especuladores inmobiliarios, se derrumba de repente un edificio del que sólo queda en pie una pared de enorme altura. Una mujer queda enterrada, pero con vida, entre los escombros y Domingo, sorprendido mientras se duchaba, consigue agarrarse, desnudo como estaba, a un pequeño saliente de la pared, en la que permanecerá durante el desarrollo de la acción dramática. Los gritos de Domingo pidiendo ayuda son inútiles y sólo encontrará respuesta en la voz de la mujer enterrada, con la que entablará una relación amistosa. Con el paso del tiempo la galería de personajes - no siempre visibles para el espectador- que van descubriendo a Domingo, vecinos, carteros, transeúntes...le atribuyen los motivos más dispares para justificar su presencia en la pared, desde pensar que se trata de un exhibicionista a que es alguien que está mal de la cabeza. Al igual que Simeón el estilista, algunos personajes creen que la acción de Domingo puede ser emulada. Las voces de mujeres participantes en una procesión del rosario de la aurora, un policía municipal y una notario acompañan al final a Domingo en su peripecia.